El agua –un elemento que ha sido particularmente invisibilizado durante la modernidad tanto en la trama urbana, como en el sistema casa– se convierte en el centro de la propuesta. Mediante un misterioso circuito de canales y depósitos procedentes de elementos reciclados, TANAT compone un paisaje para detonar un juego onírico y, a su vez, reflexivo en el que los tiempos y las discursividades se superponen: ¿es la memoria, el futuro, o se trata simplemente de una obra de ficción?
Las piezas, de escalas variadas y confusas, que conforman la intervención mutarán en el espacio de LIGA a medida que transcurra el tiempo de exposición. Así, como si de un paisaje natural se tratara, la propuesta de TANAT crecerá orgánicamente e irá expandiendo y complejizando también, en su devenir, nuestra imaginación.
“Las tecnologías no se desarrollan a través de una sucesión lineal de etapas evolutivas interconectadas, ni siguen lógica interna alguna, sino que surgen en un particular ambiente social y ecológico.”
Heather Lechtman